miércoles, 27 de agosto de 2014

Los baños en el Guadalete


Hola exploradores de 3º, en esta entrada vais a poder ver cómo antiguamente los jerezanos y jerezanas hacían uso del río en temporada de verano para bañarse y las normas que existían para ello. 
( Información recogida de andaluciainformacion.es)

JEREZ / HISTORIA

Los baños en el río Guadalete

VARIAS GENERACIONES DE JEREZANOS AÚN RECUERDAN LOS TIEMPOS EN LOS QUE EL RÍO GUADALETE SE CONVERTÍA EN LUGAR DE BAÑO OBLIGADO EN VERANO. · INFORMACIÓN
Agustín y José Luis García Lázaro
25/07/2009 21:49
El verano se asocia al inicio de la temporada de baños que, desde los primeros días del mes de junio y, sobre todo, una vez finalizado el curso escolar, viene marcada por el éxodo hacia las playas. Sin embargo, cuando en tiempos pasados se hablaba de verano y de baños, en lo que de verdad pensaban los jerezanos era en bañarse en el río. En el Guadalete.

La playa de Jerez no era entonces Valdelagrana, sino la ribera del río comprendida entre el Monasterio (la Huerta de la Cartuja) y La Corta, paraje que hasta la construcción de un azud (La Corta) a comienzos del siglo XX, era conocido como el Vado de Los Hornos. Nada mejor para ilustrar esta generalizada costumbre de bañarse en el río que echar un vistazo a las Ordenanzas Municipales de Baños Públicos en el Guadalete, que publicaba en 1873 el Ayuntamiento de Jerez. Repasemos algunos de los artículos más llamativos:

El artículo 281 consideraba que la temporada de baños en el río Guadalete se prolongaba entre el 16 de julio y el 8 de septiembre, ambos inclusive. “Antes o después de esta fecha sólo podrán bañarse los que justifiquen por certificación facultativa la necesidad de hacerlo, adquiriendo al efecto el competente permiso. El alcalde podrá, sin embargo, anticipar el principio de la temporada o hacerla más duradera, si la estación o cualquiera otra circunstancia aconsejase alguna de estas variaciones”.

El siguiente artículo hacía referencia al lugar concreto del río reservado a esos baños. “Para los baños al aire libre se señala el espacio que hay entre los sitios llamados Vado de los Hornos y Huerta de la Cartuja, reservándose a toda hora para las mujeres una cuarta parte del dicho sitio, a contar desde el primer punto”.

El artículo 283 de esas ordenanzas advertía de la imposibilidad de “establecerse cajones para baños sin permiso previo de la Alcaldía, siendo de cargo del que lo solicite, sufragar los gastos de reconocimiento pericial que se efectúe y hacer todo lo que se le prescriba para la debida seguridad de los bañistas”.

Además, se prohibía el baño a los niños que no fueran acompañados de personas mayores. De igual modo, no se permitía que se bañaran juntas personas de distinto sexo, aún cuando estuvieran casadas. “Los individuos pertenecientes a establecimientos de Beneficencia necesitarán además el permiso de sus jefes”, añadía el artículo 284.

Todos los bañistas estaban obligados a usar, según fuera su sexo, “el traje que la decencia prescriba, prohibiéndose además cruzar el río a nado, promover juegos o alborotos dentro del agua, y en absoluto todo hecho o dicho ofensivo a la moral”.

El artículo 288 hacía referencia al lugar reservado al baño de los animales. “En el puente de Cartuja y sitio del Portal, se bañarán los caballos y demás bestias con absoluta prohibición de ejecutarlo en otro punto. En estos mismos sitios y otros no señalados para baños de personas podrán los laneros, tintoreros, etc, lavar los efectos propios de sus artes y oficios durante la temporada de baños, verificándolo en las demás épocas donde lo crean más conveniente”. Por último, el artículo 289 advertía de que aquellas personas que contravinieran estas ordenanzas serían multadas con cantidades económicas que oscilarían entre las 2 y las 25 pesetas, “según los casos”.

Hasta los años sesenta

Estas ordenanzas se publicaban año tras año coincidiendo con la llegada del verano, época en la que los jerezanos encontraban en el río el mejor lugar de esparcimiento. La Corta, la playa de Jerez, así como los alrededores del puente de Cartuja, fueron lugar habitual de baños hasta la década de los sesenta del pasado siglo XX.

En la fotografía principal que ilustra este trabajo puede verse a nuestro viejo amigo Pepe Salas, disfrutando de un baño con sus amigos en el río en la década de los cincuenta. Parajes como los de La Greduela, Bucharaque (en La Barca), Tablellina, en Arcos, o el puente de La Nava, en Algodonales, fueron otros tantos lugares de baños en el Guadalete, antes de que la contaminación aconsejara a cambiar esta ancestral costumbre.

En El Puerto de Santa María, junto a los baños de mar en la playa de La Puntilla, la llegada del verano se anunciaba también con los baños en el Guadalete. Como ha estudiado el historiador portuense Enríquez Pérez Férnandez, existen ya noticias de regulación municipal de los baños en el río desde 1816, cuando se concedió en exclusiva a la Casa de Niños Expósitos la facultad de instalar barracas, cajones y aposentos para los baños “aplicando su producto al aumento del salario de las nodrizas o amas de cría y a las demás urgencias y necesidades que padece la casa y los inocentes niños”.

Pero no sería hasta 1860 cuando esos baños empezaron a adquirir cierta relevancia. La temporada se iniciaba con el verano, por San Juan, debiendo ponerse fin a la misma después de la Virgen de los Milagros, el 8 de septiembre, justo la misma fecha en la que concluía la temporada en La Corta.

Como sucedía en Jerez, también en El Puerto hombres y mujeres ocupaban espacios diferenciados, estableciéndose multas de cuatro ducados a los hombres que fueran sorprendidos en la zona reservada a las mujeres. En esta época operaban tres empresas de baños en el río y una en La Puntilla, lo que da idea de la importancia de los baños en el Guadalete frente a los de mar.

Para facilitar los baños en el río y evitar los peligros de las corrientes, el Ayuntamiento instalaba en la orilla barracas y una pasarela que comunicaba con una estructura de madera techada, situada en el río, donde se encontraban los baños flotantes, con cajones sumergidos que impedían que los bañistas pudieran ser vistos. 











Primera prueba


Primera prueba:




La primera prueba que tengo que pasar es saber ¿dónde nace y dónde desemboca el río Guadalete? y...¿qué poblaciones baña?

Primera prueba


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Primera prueba


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Primera prueba exploradores:


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Vinculación de mi familia con el Guadalete



Queridas familias exploradoras:

Como hemos ido haciendo en otras ocasiones, pedimos vuestra  valiosa aportación de información sobre esta temática.
Para ello, nos gustaría como grandes exploradores que subieseis vídeos , fotos o anécdotas que muestren vuestra vinculación con este río que baña  y beneficia tanto a nuestra ciudad.

Un saludo .

toma 3 accionnn

jajajaja